Los implantes dentales son una respuesta terapéutica oportuna para sustituir dientes perdidos; sin embargo, no todos son iguales ni ofrecen las mismas ventajas para todos los pacientes.
El tratamiento con implantes dentales es la base sobre la que se pueden colocar coronas o prótesis, ejerciendo las funciones de raíz del diente; puesto que están anclados en el hueso de los maxilares y rodeados por encía de manera semejante a los dientes.
Evolución
La Implantología oral comenzó a desarrollarse tras el hallazgo del cirujano sueco Per-Ingvar Branemark, quien constató que el titanio reaccionaba con el hueso, creando una unión física lo suficientemente resistente como para soportar las fuerzas que se ejercían sobre el hueso. Los primeros implantes de titanio eran pequeños tornillos que se enroscaban al hueso. Posteriormente, se diseñaron implantes de titanio no roscados, que se colocaban impactándolos en el hueso (como si fueran clavos). Con el tiempo, se evidenció que fracasaban a largo plazo y hoy en día prácticamente sólo se emplean implantes roscados.
Eficaz y seguro
La mayoría de los implantes dentales que se utilizan siguen siendo de titanio y en los últimos años se ha ido mejorando la calidad y estabilidad a largo plazo de este tratamiento. Entre las principales mejoras incorporadas en los últimos años, se ha variado la morfología y cualidades de los implantes; así, de tener originalmente una superficie lisa, ahora la mayoría presentan microrrugosidades que aumentan la superficie de contacto entre el hueso y el implante y, además, se les aplica un tratamiento de superficie que hace que la unión implante-hueso, además de física, sea química.
Aval científico
Para desarrollar estos cambios y mejoras en los implantes, las empresas han realizado numerosos trabajos, estudios e investigaciones en colaboración con los dentistas. Estos estudios a largo plazo son los que diferencian a unos implantes de otros y los que dan al profesional y, por ende, al paciente las garantías de que la marca o el tipo de implante que se utiliza es o no fiable.
Implantes sí, pero en encías sanas
El éxito de este tratamiento depende en gran medida de la fiabilidad de la encía que rodea al implante, que hay que cuidar mucho y bien. Para realizar el tratamiento implantológico y conseguir un resultado más predecible a lo largo del tiempo, es necesario llevarlo a cabo en una boca sin enfermedades de las encías.
Los implantes requieren una atención y un cuidado preciso y exhaustivo por parte del paciente. Las personas con implantes dentales requieren una atención, mantenimiento óptimos y regulares para prevenir la periimplantitis, que puede provocar la pérdida del implante por causas infeccioso-inflamatorias.