Un implante dental inmediato es aquel que se coloca justo después de la extracción de un diente. Las principales ventajas son el ahorro de tiempo y la reducción en la reabsorción del hueso.
Una solución muy demandada por las personas que necesitan extraerse un diente es la colocación de un implante dental inmediato. La posibilidad de tener una nueva pieza dental al momento y sin necesidad de someterse a varias intervenciones es muy atractiva para los pacientes, pero no es una opción válida para todos los casos.
Los pacientes desearían muchas veces tener una prótesis fija e inmediata, pero este protocolo de tratamiento tiene indicaciones limitadas. Es fundamental que el profesional evalúe las posibilidades de cada caso antes de optar por una determinada opción y por supuesto si es candidato a la colocación de un implante dental.
Esta técnica es posible siempre y cuando tras realizarte un estudio previo del caso particular, el diagnóstico indique que es viable, y que no existe infección en el diente, puesto que en ese caso sería necesario extraer el diente, limpiar la infección y cerrar la herida. Después de esto habría que esperar alrededor de un mes para colocar el implante.
En los casos en los que no se dispone de hueso suficiente se necesita hacer un tratamiento de regeneración del tejido óseo realizando un injerto de hueso que permite que en un corto plazo de tiempo consigas la cantidad de hueso que se requiere para una correcta colocación con éxito del implante.
Además de ese ahorro de tiempo e intervenciones, una de las grandes ventajas de los implantes dentales inmediatos es que se reduce la reabsorción del hueso que soporta el implante dental y la variación en la forma de la encía.
Sin embargo, en los casos en los que hay una infección activa, el hueso donde debe ir anclado el implante dental es insuficiente, existen problemas en la encía, hay un proceso quístico activo o el paciente tiene hábitos como el bruxismo, esta opción no es válida.
En general, el protocolo de implante dental inmediato postextracción con carga inmediata se reserva para las indicaciones muy favorables, en la que el implante tiene mucha estabilidad y no ha hecho falta una intervención con injerto de hueso.
Una vez completado el proceso, el principal riesgo a evitar es la aparición de la llamada periimplantitis, una infección similar a la periodontitis que afecta al tejido que rodea a los dientes. Hay otros factores de riesgo asociados, como el tabaquismo, el consumo de alcohol, la mala higiene oral, la diabetes mal controlada o la presencia de dientes con enfermedad periodontal.
No todos los implantes son iguales. Para evitar estas infecciones periimplantaria y otras complicaciones asociadas, debe seleccionarse un tipo de implante de calidad contrastada con estudios que avalen su fiabilidad, deben colocarse los implantes siguiendo fielmente el protocolo de colocación y el paciente debe adaptarse a un estricto protocolo de seguimiento y mantenimiento. Sólo de esta forma se pueden obtener resultados a largo plazo sin inconvenientes para los pacientes.